Cuando el 9 de noviembre de 1989 cayó finalmente el Muro de Berlín también cayó una de las mayores dicotomías que dejó como consecuencia la Segunda Guerra Mundial: el mundo bipolar. Sin embargo, una vez destruido, el mundo comenzó a contar las miles de historias de aquellos que padecieron esa división durante años y el cine, como una enorme fuente histórica, las transformó en guiones cinematográficos y las llevó a la pantalla grande. Así es como en menos de una década, el Muro de Berlín se transformó en un tópico cinematográfico y desde entonces nunca dejó de alimentar en la audiencia las ansias de conocer y seguir descubriendo cómo se vivieron aquellos años, desde el interior del sistema.