10 films argentinos basados en libros
La simbiosis que existe entre el cine y la literatura en muchos casos posibilitó que un grupo de directores, antes de pensar en historias de ficción o bien pergeñar guiones originales hayan decidido adaptar algunas piezas literarias ya probadas y llevarlas al lenguaje cinematográfico para que sean disfrutadas por la audiencia, tanto como lo hicieron con los libros. En nuestro país, teniendo en cuenta la frondosa producción literaria (y reconocida mundialmente como pocas) llevada a cabo por grandes autores, la misma se transformó en una importante usina a la hora de filmar interesantes historias, al punto tal que, la mayoría de ellas, llegaron a ser tammbién verdaderos éxitos de taquilla.
En este artículo les recomiendo diez de las versiones literarias más relevantes de nuestro cine nacional que no deberían dejar de inorporar a su listado de películas pendientes. Las piezas seleccionadas verán que fueron realizadas en las décadas del 60 y 70, épocas en las que se había puesto de moda llevar a la pantalla los textos de grandes autores. Si bien la lista de novelas filmadas es más amplia, considero que estas diez que les recomiendo son las indispensables no sólo por la importancia literaria que revisten sino porque, sus autores (Cortázar, Denevi, Puig, Sábato,De Cecco, Borges, Silvina Ocampo y Bioy Casares) son ya engranajes indiscutidos para descubrir la enorme pieza que es nuestra literatura nacional.
ROSAURA A LAS DIEZ (Marco Denevi - Mario Sóffici, 1958)
Sin dudas Marco Denevi fue uno de los mas grandes autores del policial argentino. Si bien escribió una enorme cantidad de cuentos y novelas de diferentes géneros, el del policial fue el que mejor le cupo y que más satisfacciones le dieron ya que dos de esas piezas (Rosaura a las diez y Ceremonia Secreta) fueron llevadas al cine, en Argentina y Hollywood. La versión de Rosaura de Mario Soffici (protagonizada por Susana Campos, Juan Verdaguer, Milagros de la Vega y María Luisa Robledo) mantuvo la fidelidad del texto logrando una de las piezas más hermosas del cine argentino clásico. El film cuenta la historia de Camilo Canegato, un hombre misterioso y enigmático por partes iguales que llega a la pensión "La Madrileña" para alquilar un cuarto. A partir de su llegada, los vecinos asisten a la entrega diaria de una correspondencia firmada por una tal Rosaura, lo cual no sólo aumentan las especulaciones que los huéspedes hacen sobre su persona sino, además, la utilizan para lograr una mejor comunicación con el hombre que parece esconder más de lo que comparte y exhibe. El film fue un éxito de taquilla en 1958 cuando se estrenó y supone una rareza en el cine nacional ya que es la única película que protagonizó Juan Verdaguer, quien si bien se dedicó al mundo del humor, en el film de Sóffici logra una interpretación memorable de uno de los personajes más coomplejos de la literatura nacional.
EL HOMBRE DE LA ESQUINA ROSADA (Jorge Luis Borges- René Mugica, 1962)
Basada en la obra homónima de Jorge Luis Borges, el film cuenta la historia de Nicolás Fuentes quien es encarcelado como consecuencia de la traición de Ramón Santoro (Manuel Rosón), Rosendo Juárez (Jacinto Herrera) y de su propia mujer, La Lujanera (Susana Campos). Antes de morir en prisión, le cuenta su historia a otro presidiario llamado Francisco Real (Francisco Petrone) conocido como El Corralero, un guapo de San Telmo. Real sale libre por indulto en ocasión de las fiestas del Centenario Argentino, y en medio de los festejos mata a un provocador desconocido. Al saber que el muerto era Santoro, comprende que sin proponérselo será instrumento de la venganza de Fuentes. El film expone el modo en el que la sociedad aregntina vivió a inicios del siglo XX, diezmada por la corrupción política y en la que el sentido del honor y la honestidad distaban mucho de los valores actuales. Con esta pieza Borges se inicia una serie de films que tomarán piezas del autor y las llevarán a la pantalla grande siendo Invasión (escrita a dúo con su amigo Adolfo Bioy Casares y dirigida por Hugo Santiago) la que más éxito alcance y deje una huella imborrable en la historia del cine argentino.
LA CIFRA IMPAR (Julio Cortázar- Manuel Antín, 1962)
La relación que existió entre Julio Cortázar y Manuel Antín fue muy estrecha y significó el nacimiento de una amistad y una profunda admiración de ambos hasta que la muerte del escritor le puso fin. En aquellos convulsionados años 60 Antín se comunicó con Julio Cortázar para pedirle la autorización para filmar el cuento "Cartas de mamá" que formaba parte de la antología "Las armas secretas". El autor aceptó y a partir de allí comenzaron una relación basada en consultas telefónicas ya que Cortázar participó activamente de la escritura del guión que finalmente sería filmado bajo el nombre de "La cifra impar". El film cuenta la historia de un atribulada pareja argentina (Maria Rosa Gallo y Lautaro Murúa) que viven en París a la vez que intentan olvidar la muerte del hermano de él (Nico) quien en el pasado fue amante de la que ahora es su esposa. Allí reciben cartas de su madre quien si bien se encuentra a la distancia, en los personajes adquiere el verdadero peso de la voz de la conciencia. La película vale la pena ser vista por varios aspectos: en primer lugar porque está basada en un interesante cuento de Julio Cortázar, en segundo lugar porque fue la primera vez que cámaras argentinas filmaron en París (ya que Antí se trasladó allí para filmar) y por último, porque fue filmada en un ambiente y contexto epocal de Nouvelle Vague francesa por lo cual, para muchos críticos, debería tomarse como el desembarco del movimiento en nuestro país lo cual significó una enorme influencia para otros cineastas como David José Kohon, Rodolfo Kuhn o el mismo Leonardo Favio.
CIRCE (Julio Cortázar- Manuel Antín, 1964)
Una muestra más de la dupla que significó aquella amistad entre director y escritor. Basada en el mito griego de Circe (poderosa hechicera hija de los dioses que mediante conjuros y libaciones producía pócimas letales para enamorar y asesinar hombres) la historia forma parte de Bestiario, una antología de cuentos cortos de Cortázar que,a demás de ser de una pieza fundamental de nuestra literatura es una de las mejores piezas para iniciarse en la obra del autor. Allí se cuenta la historia de Delia (Graciela Borges) una joven de clase alta porteña que tuvo dos novios que murieron trágicamente, uno envenenedado y otro por suicidio (Walter Bidarte y Sergio Renán) y que intenta una relación con un nuevo novio (Alberto Argibay) a quienes todos sus amigos les advierten que no se relacione con ella por que termina aniquilando a los hombres que se le acercan temiendo el mismo final para él. Pero lo cierto es que lo que el siente por Delia es tan fuerte que lo lleva a desoír aquello que le dicen y apuesta todo por ese amor que puede ser tan letal como encendido de pasión.
EL REÑIDERO (Sergio de Cecco- René Mugica, 1965)
Sergio De Cecco fue un gran damaturgo argentino que en la década del sesenta escribió una obra teatral basada en Elektra de Sófocles, adaptándola al lenguaje argentino y situando la trama en el convulsionado barrio de Palermo de inicios del siglo XX. En ella reaparece el personaje de Orestes que debe vengar la muerte de su padre, Pancho Morales, uno de los guapos o malevos de lo que en aquel momento se denominaba “la tierra del fuego”. Tal como en la pieza griega, Elena (la Electra de esta versión), sedienta de venganza por el amor desmedido que tenía hacia su padre, instiga a su hermano Orestes a matar a Santiago Soriano, amante de Nélida -madre de ambos-, y ganador en el duelo frente a Morales. El título de la obra alude a los reñideros de gallos frecuentados por los guapos y, simbólicamente, a su mundo de sangre y muerte. Un mundo cuya decadencia retrata De Cecco al delinear el cambio de perspectiva socio-política de principios del siglo XX, junto a la desmitificación del guapo.
LOS SIETE LOCOS (Roberto Arlt- Leopoldo Torre Nilsson, 1973)
En Los siete locos, Arlt relata la historia de Remo Erdosain, un hombre que se encuentra desesperado ante la falta de dinero y que se lo acusa de estafar a la empresa donde trabaja. No sólo queda expuesto y humillado ante sus superiores sino que además le dan un corto plazo para reponer el dinero. Pide un préstamo a su amigo Ergueta, pero éste se niega a ayudarlo. Lo mismo Barsut, primo de su mujer. Entonces, ante la desesperación, decide acudir al Astrólogo, en cuya casa conoce a Haffner, el Rufián Melancólico, tratante de blancas que le presta finalmente el dinero. Lo que desconoce Erdosain es que en ese instante formará parte de una sociedad secreta con serias intenciones de cambiar el orden social por medio de una sangrienta revolución. La pelicula es recomendable verla porque es una de las historias clásicas de la literatura argentina pero por sobre todo porque Roberto Arlt no sólo fue uno de los escritores más prolíficos de la literatura de los años 30 (fue periodista, escritor, novelista y dramaturgo) sino que, además, fue quien mejor reflejó en sus obras la mentalidad y muchos de los acontecimientos históricos que signaron aquella época en la que Buenos Aires competía en importancia cultural (y también en las miserias sociales) con las grandes capitales culturales del mundo.
BOQUITAS PINTADAS (Manuel Puig- Leopoldo Torre Nilsson, 1974)
Boquitas pintadas está considerada no sólo la obra más popular de Manuel Puig sino, además, la primera pieza pop de la literatura argentina. Escrita sobre el modelo de novela epistolar, la novela cuenta la tortuosa historia de amor de Nené (Martha Gonzales) y Juan Carlos Etchepare (Alfredo Alcón) un hombre deseado por diferentes mujeres que un buen día cambia su condición de latin lover a padeciente de tuberculosis. A partir de ese momento, e internado en una clínica de Córdoba, comenzará a enviar diferentes cartas relatando su complejo estado de salud. Si bien la historia expone algunas de las emociones y miedos tradicionales que los seres humanos padecen a lo largo de su existencia implica, además, una novedosa forma narrativa en la cual se incorporan otros textos tales como diarios, publicaciones de revistas, canciones y hasta expedientes judiciales, todos elementos que Puig supo conjugar de manera excepcional y que le dieron a su obra un estilo único y lo volvió un iconoclasta en la generación de escritores argentinos de los últimos cincuenta años.
EL PODER DE LAS TINIEBLAS (Ernesto Sábato- Mario Sábato, 1979)
Basada en la novela Sobre héroes y tumbas de Ernesto Sábato, el film expone los personajes y acontecomientos que integran una parte de la novela titulada Informe sobre ciegos. En ella Sábato narra casi de forma paralela a la trama principal una faceta de Buenos Aires signada por túneles, pasadizos, ciegos, sectas y seres misteriosos que modifican la vida de aquellos que los conoce, tal como es el caso de los personajes principales. Muchos críticos literarios (e incluso el mismo Sábato) coinciden en que esa parte de la novela posee una autonomía literaria tal que permite analizarla como una obra aparte de la novela y que posee en el interior de su estructura ciertas características que no se advierten en otras piezas de la literatura argentina. El proyecto cinematográfico que fue llevado a la pantalla por Mario Sábato (hijo del escritor) y protagonizada por Sergio Renán, Onofre Lovero, Jorge de la Riestra, Leonor Benedetto y Carlos Moreno es una verdadera rareza dentro de la cinematografía argentina y considerada por muchos una verdadera pieza de culto.
CORNELIA FRENTE AL ESPEJO (Silvina Ocampo, Daniel Rosenfeld, 2012)
Basado en el cuento homónimo de Silvina Ocampo el film de Daniel Rosenfeld respetó la trama y la letra de la pieza literaria a rajatabla. En la trama una joven mujer, Cornelia, llega a la antigua casona paterna para suicidarse. El espectador cuenta con poca información que permita reconstruir cual podría ser el móvil para que la mujer acabe con su vida. A partir de ese momento comienza a ser constantemente interrumpida, disuadida, por imprevistas apariciones: una misteriosa niña, un ladrón (Rafael Spregelburd), y un viejo amante (Leonardo Sbaraglia) Allí el espectador comenzará a dudar de aquello que ve y se preguntará ¿Es que el veneno ya hizo efecto? ¿O es que Cornelia cayó del otro lado del espejo? Como en una trágica versión de la Alicia de Lewis Caroll (toda una obsesión de Silvina Ocampo) Cornelia avanza por un mundo extrañado, donde habitan la inocencia y la crueldad, el amor y lo siniestro. En Cornelia no hay certezas de identidad sino la certeza de ser habitada por otras voces. Es con esas voces, reflejos, que ella reinventa una y otra vez su propia historia. Desde su estreno el film se transformó en una pieza casi de culto para la audiencia nacional y se proyectó durante varios años como pieza experimental en el MALBA Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires donde se la consideró una pieza vital para entender la cultura nacional de las últimas dos décadas.
LOS QUE AMAN ODIAN (Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares- Alejandro Maci, 2017)
Silvina Ocampo y Adolfo Bioy Casares no sólo fueron uno de los tantos matrimonios que dió la literatura argentina sino, además, una de las duplas literarias mas importantes. En ese derrotero de escritura doble publicaron en 1946 una historia con todos los elementos de un thriller de misterio y en el cual Silvina Ocampo pudo exponer muchas de sus obsesiones literarias y sus vivencias como miembro de la alta sociedad ya que los personajes, con el devenir de la trama, demuestran enormes puntos de contacto con la que fuera su vida y la de su hermana Victoria. La trama de Los que aman odian se centra en el médico homeópata Humberto Huberman quien para huir un poco del estres que le provoca su peofesión se traslada a una ciudad balnearia donde una tía suya regentea uno de los hoteles más distinguidos de la zona. Lo cierto es que al llegar se encuentra con Mary Fraga, una enigmática joven con la que mantuvo un romance hace unos años y el fuego que parecía extinguido vuelve a encenderse con aquel encuentro fortuito. Pero lo cierto es que un asesinato inesperado acontece hacia el interior del hotel, desviando la aparente historia de amor de los personajes y transformando a todos los miembros de la casa en posibles asesinos, al mejor estilo de las novelas de Agatha Christie. La preciosista puesta de Maci y la elección de un elenco excelentemente dirgido por su experiencia dieron como resultado una gran película, que no sólo supo captar y exponer el espíritu de la obra original sino que, además, mantiene en altos niveles de tensión y suspenso al espectador, tal como lo pensaron las prodigiosas mentes de Silvina y Bioy a mediados del siglo XX.