La salud mental y todas sus derivaciones siempre le resultaron al hombre un tema tabú. Así como durante todo el siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX se encerraba y se sometía a miles de individuos a cruentos tratamientos por no encajar en los cánones normativos de la sociedad, a partir de la llegada del nuevo siglo XXI comenzaron a ponerse en duda aquellas viejas concepciones comenzó a flexibilizarse el duro prisma a través del cual se las interpretaban las conductas de los seres humanos.