A lo largo de los doscientos años de independencia argentina, relatar, pensar y difundir la historia nunca resultó una tarea sencilla. Con una historiografía nacida bajo la mirada eurocéntrica y de corte unitario de Bartolomé Mitre la materialización del relato histórico fue tema de discusión en el ámbito académico y como sucedió, con el resto de las historias mundiales, la vertiginosidad con la que se desenvolvió el siglo XX requirió de la aparición de nuevas formas de concebir los procesos, así como la incorporación de actores silenciados por cuestiones de clase o de reconocimiento antropológico.
Así es como si bien a lo largo de los dos siglos en los que en el país se sucedieron hechos, acontecimientos, personajes y procesos históricos surgieron instituciones académicas que se encargaron de materializar el relato oficial, muchos actores y miradas debieron esperar un tiempo más para ser incorporados al gran teatro de la historia nacional y permitir, con ello, una concepción más amplia y alejada de los intereses de clase que tanto determinaron a la convivencia social a lo largo de todo el siglo.
En ese sentido, la figura del historiador Norberto Galasso supuso desde hace algunos años, la posibilidad de un personaje que se inmiscuye en aquellas cuestiones en las que la historia oficial no profundiza demasiado y que, además, intenta recuperar algunos personajes que en ocasiones pasan desapercibidos ante la mirada del resto de los historiadores y que realizaron aportes fundamentales para la formación del “ser nacional”.
De ese modo, a lo largo de la hora y veinte minutos que dura el documental de Federico Sosa, el espectador tiene la posibilidad no sólo de descubrir a Galasso en todas sus dimensiones (la de historiador, referente cultural, intelectual y hombre común) sino que, a la vez, expone un sinfín de información sobre algunos personajes del pensamiento y la política nacional como el Che Guevara, Arturo Jaretche, Juan Domingo Perón, el controversial John W. Cook y Raul Scalabrini Ortiz, todos referentes de lo que él considera determinantes en la materialización del campo ideológico y político de la Argentina posterior a la experiencia Yrigoyenista.
La mirada de Galasso siempre resulta una interesante propuesta a la hora de analizar o pensar procesos y traumas de la historia argentina ya que, a diferencia de otros, ofrece una visión crítica y alternativa a los discursos hegemónicos elaborados por algunas instituciones académicas que suelen apropiarse del conocimiento histórico o bien direccionar ideológicamente algunos relatos. Allí es donde su mirada aguda y "desde abajo" brinda la posibillidad de cambiar el prisma para observar la realidad histórica permitiendo no sólo otras miradas sino, nuevas formas de concebir al hombre en los diferentes y complejos contextos que sucedieron desde 1810 hasta la actualidad.
El documental de Federico Sosa no sólo decide darle voz a uno de los intelectuales más lúcidos que haya dado la escena nacional sino que, además, desde un lugar de sutileza y enorme admiración, deja al descubierto al Norberto Galasso hombre quien aparece en pantalla como un claro ejemplo de coherencia entre aquello que piensa, prodiga y lleva a cabo con sus actos (algo bastante difícil de encontrar en personajes de ese tipo, muchas veces sobrepasados por la soberbia que les da el conocimiento o el espacio que ocupan en la cultura vernácula)
Por ello, Pensar en nacional es un interesante proyecto que expone la necesidad de poder acceder a un personaje que atesora no sólo un enorme conocimiento de la disciplina histórica sino que, además, lo hace desde un punto de vista alejado de los cánones tradicionales de Occidente, con una clara tendencia al eurocentrismo y la opalescencia que genera el capitalismo sobre todo aquello que toca o intenta echar luz.
Calificación: (***) Buena
PENSAR EN NACIONAL (2024) Guión y Dirección: Federico Sosa, Fotografía: Pablo Parra y Aylen Lopez, Montaje: Emiliano Serra, Duración:83-Color