A lo largo de la historia el cine demostró, al igual que otras artes, que en algunos casos puede ser premonitorio. Así como sucedió con Metrópolis de Fritz Lang cuando se anticipó a los horrores del nazismo o con la reciente serie El reino de Marcelo Piñeyro (donde la ficción vaticinó el sostenimiento de las derechas a través de la Iglesia evangélica) en Chile, la obra del iraní Alireza Khatami parece haberse adelantado ocho años a la pérdida de memoria del pueblo chileno que acaba de implantar en el gobierno a José Antonio Kats, un descendiente de ex jerarca nazi refugiado en el país y representante duro de lo que quedó del Pinochetismo tras la transición democrática.