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27 Jan
27Jan

Marianne se encuentra con sus hermanos después de un tiempo sin verse  para decidir si avanzan con el proceso de desconectar a su madre que se encuentra en estado terminal. Durante todo el viaje la persigue la letra de una vieja canción de Jacques Brel que habla sobre un caballo y le es imposible recordar los acordes salvo algunas frases sueltas que parecen tener sentido en el contexto de la dramática situación que les toca vivir.

Sus hermanos Angéle y Mike (quienes no se explicita pero, al parecer, se hicieron cargo de su madre durante el período de la enfermedad) guardan muchos reclamos para  Marianne por haber permanecido ausente, razón por la cual, en los diez días que exige el protocolo médico para desconectarle el respirador a la paciente, no tendrán reparo en espetarle reproches, ironías y endilgarle una culpabilidad latente por no haber estado con ellos acompañándolos en el duro trance que parecen haber sufrido. 

Sensibilizados por la inminente pérdida de la madre –y que significa la única que los mantenía unidos pese a la distancia- la relación entre los tres hermanos pasará por todos los estados de ánimo posibles y los hará vivir una especie de aquelarre verbal en el que las palabras darán inicio a una especie de viaje hacia el pasado y que, al final del cortometraje, dejará flotando  la idea de que en la sociedad actual cada vez se hace más difícil mantener en pie la institución familiar. 

Uno de los aspectos interesantes del corto es que la figura de la madre supone una gran elipsis que acompaña al elenco como si se tratara de un fantasma, dejando al espectador frente a una total libertad para imaginársela como quiera de acuerdo a la información que proveen los personajes con sus personalidades y algunas evocaciones del pasado. "Mamá era como un dragón” dice Marianne en uno de esos momentos de flashbacks emotivos, sin explicitar mucho más acerca del porqué de aquel mote. 

La elección de no mostrar a la madre en ningún momento bien podría interpretarse como una metáfora de lo que ella realmente significó para sus hijos: una gran ausente y un fantasma en la vida de los tres (y de ahí la explicación de que su presencia aparezca como accesoria y sea  por ello, el conflicto entre los tres hermanos, el nodo argumental que termina definiendo a la historia).

La fin du dragon es un cortometraje bien construido desde lo narrativo pero acaba siendo una historia más sobre la conflictiva relación entre hermanos y una exaltación de la figura materna en el lecho de muerte (con todo lo que esa situación supone). Más allá de logradas interpretaciones y un tratamiento fílmico de un gran nivel resulta una trama que, como está planteada, podría resultar más interesante para la teoría psicoanalítica que para el mundo cinematográfico. 

LA FIN DU DRAGON (FRANCIA-2015) Dirección: Marina Diaby, Elenco:Émilie Caen, Noémie Rosset, Alban Guyon, Lamine Diaby, (26´- Color), Este cortometraje forma parte de la selección oficial de Cortos del French Film Festival 2016, compitiendo en la sección Women´s tales.

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