Los baches que la ciencia deja sin explicar e incluso aquellos que rozan lo paranormal son un fruto sagrado a la hora de crear guiones. Así es como desde las posesiones demoníacas que reflejan análisis de sangres y tomografías en perfecto estado de quien las padece o las voces que se instalan en el oído de aquellos que se suponen “sensitivos” el cine no dejó de brindar sus pantallas para contar historias que resultan atractivas, intrigantes y abiertas a pensar otras realidades más allá de la que permiten identificar los sentidos.