A principios de los 80 Tim Burton era un jovencito que se perfilaba como un cineasta en desarrollo. Luego de haber estudiado cine en diferentes escuelas de EEUU, uno de sus primeros cortometrajes fue VINCENT, en claro homenaje a VINCENT PRICE,su ídolo desde pequeño y maestro indiscutido del género terror en el mundo del cine. La influencia que aquel personaje imprimió en el modo de ver la vida de Burton queda al descubierto como nunca en este corto, ya que en la historia quien sueña con ser Vincent Price y acceder a ese mundo maravilloso y fantástico de vampiros y seres nocturnos no es otro que el mismo Burton cuando era niño.
Vincent es un cortometraje increíble que en un minuto y algunos pocos segundos logra dejar en claro cuánto influyen los ídolos de la infancia y hasta que punto pueden llegar a condicionar una vida, cuando aún de grandes, forman parte del universo individual de aquellos que los hicieron suyos (que en el caso de Burton da el pie inicial para un extenso debate).
Tim Burton logró que el mismo Price lo pudiera ver y que accediera gentilmente a poner la voz en el relato, lo cual hace del videominuto animado una verdadera pieza de culto, sobre todo si se tiene en cuenta que un año después del estreno el actor moría dejando atrás una de las carreras más prolificas de la historia del cine mundial.